jueves, 3 de marzo de 2011

Iré por partes,
a intervalos de tiempo pues tengo una mañana un poco estresada.
Me encanta poder cruzar/compartir estas ideas contigo que seguramente no estaremos 100% de acuerdo.

¿Temer a los demonios?
No, no les temo, en absoluto,
pues he creido en Cristo, aquel que ha vendido por medio de la cruz al diablo y a la muerte.

Respeto a Satanás, en la medida de que es un ser espiritual, en cuarto rango de autoridad espiritual en el universo.
Despues de Dios, Satanás tiene más autoridad que los demás seres creados.
Ahora bien, tiene un fin, ya profetizado.
Ni el mismo arcangel Miguel se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que le dijo: El Señor te reprenda.

Por tanto no veo correcto que se juegue con este personaje. Existen ataduras y lazos del diablo que la Biblia menciona muy específicamente.
Aunque en otro tema, de igual manera hay que tener cuidado con juegos como la uija y otro tipo de invocaciones satánicas y espiritismo, pues el mundo espiritual de las tinieblas existe. 
Y a veces se deja manifestar de manera más patente a través de fenómenos extrasensoriales, ...a veces se deja manifestar más patente que las manifestaciones perceptibles (para nosotros) del reino de los cielos, el reino de la luz.

Por tanto,
Sé a quien he creido
y sé de quien soy
y como dice el texto de la epístola de Pablo a los Romanos cap.8

28 Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

29 A los que antes conoció, también los predestinó para que fueran hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.

30 Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó.
31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?

32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.

34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.

35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, angustia, persecución, hambre, desnudez, peligro o espada?

36 Como está escrito:
«Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
somos contados como ovejas de matadero».

37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni principados ni potestades, ni lo presente ni lo por venir,

39 ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.


Bien, hay mucho que hablar y comentar respecto a este tema.
Espero en otra ocasión,
ya seguiré con los otros temas.

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