Y para finalizar por hoy,
quisiera que pudieras leer al menos los tres primeros capítulos del libro de Apocalipsis.

Aquí vemos la majestuosidad de Cristo resucitado,
manifestando su propia gloria divina.

Y hay siete mensajes enviados  a sendas iglesias que se encontraban en la actual Turquía.

Cristo, incluso con su propia iglesia, no se anda con delicadedes, pues lo que tiene que decir, avisar y advertir lo dice con toda claridad y rotundidad.

La idea de una imagen de cristo clavado e inmovil no es la realidad espiritual de Dios, ni ha de ser nuestra propia experiencia y concepto de Jesús el Señor.

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Ya no solo a los fariseos, sino que a sus propios apóstoles tuvo que ser muchas veces seco, claro y directo.

Mateo 16:23 (Jesús le dice a Pedro)
Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: --¡Quítate de delante de mí, Satanás! Me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.