Willian Shakespeare

Una verdad gritada o mal dicha no se escucha.
Se oye la voz no el mensaje.
Un buen manjar mal condimentado
por exceso de sal o vinagre
puede ser imposible de digerir.
La cortesía es como la carta de presentación
que nos puede abrir todas las puertas
no solo de casas y palacios
sino del corazón de nuestro adversario.
Muchas cosas en la vida son sencillas
y a veces las complicamos.
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