miércoles, 2 de marzo de 2011

Perdona que ahora te haya tomado fijación, no que es broma.  Lo que pasa es que hay muchas cosas que decir, y algunas se me escapan si no las apunto. El cerebro a veces me va a toda máquina.

Me acuerdo de un poema de Alfred de Musset,
Lo sabía recitar de memoria, ya últimamente el principio y el fin. Tendré que volver a memorizarlo, la verdad es que aunque con un acento muy abierto dejo un poquitín impresionadas a las francesas que vienen los martes a Llotja Barcelona.

Se titula:

Tristesse

J'ai perdu ma force et ma vie,
Et mes amis et ma gaieté;
J'ai perdu jusqu'à la fierté
Qui faisait croire à mon génie.

Quand j'ai connu la vérité,
j'ai cru que c'était une amie;
Quand je l'ai comprise et sentie,
J'en ai été dégoûté.

Et pourtant elle est éternelle,
Et ceux qui se sont passés d'elle
Ici bas ont tout ignoré.

Dieu parle, il faut qu'on lui réponde.
Le seul bien qui me reste au monde
Est d'avoir quelques fois pleuré.



El único bien que me ha quedado en el mundo (en esta vida) es que algunas veces he llorado, obviamente es una expresión poética, y muy pobre habría de ser esa vida para llegar a esa conclusión.
Pero veo el elemento positivo de que llorar nos alivia el alma.

Las lágrimas son muy importantes,
un pensamiento judio dice que Dios cuenta las lágrimas de las mujeres.
Son muy preciosas.

Bien, hay mucho, muchísimo que hablar al respecto, pero por ahora ya está.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.