miércoles, 2 de marzo de 2011

si nos referimos en concreto a las escrituras,
hay mensajes de Dios genéricos a toda la humanidad,
otros específicamente a Israel,
otros a la iglesia,
otros a los incrédulos, etc.

Y hay otros mensajes que se pueden personificar
cuando en determinada circunstancia
queremos saber la voluntad de Dios,
y extraemos su mensaje en base al espíritu o intención de la Palabra.

Hay cinco puntos de referencia
que nos pueden ayudar a conocer la voluntad de Dios.
-La palabra, como filtro o tamiz, pues es evidente que no será la voluntad de Dios algo que la misma Palabra prohibe o sanciona.
-La oración, es un medio espiritual para estar en armonía con la mente y presencia de Dios.
-La opinión de otras personas, no es determinante, pero siempre es bueno, en todo, pedir consejo y conocer cómo nos ven los demás y cómo actuarían en determinada situación. Dice un proverbio de Salomón: En la multitud de consejeros está la sabiduría.
-Las circunstancias, pues hay veces en que las puertas se abren y otras se cierran. No porque las puertas se cierren (como hemos visto en el testimonio que ayer nos explicó María) es un NO de Dios, ni porque las puertas estén abiertas es necesariamente un SI de Dios.  Es solo un factor más a considerar.
-La paz interior, es sin lugar a dudas un factor subjetivo, pero cuando todo lo demás se ha considerado, es sin duda una confirmación de Dios.

De esta manera, cada cual puede tomar una decisión reflexiva y meditada.

La expresión, -"Dios me ha hablado",
entra dentro del lenguaje espiritual,
y es un convencimiento muy personal
que una persona puede llegar
en sus diálogos y relación con Dios
en determinadas situaciones combinadas:
Lectura,
oración,
obediencia,
pruebas,
búsqueda de la voluntad de Dios, etc.

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