miércoles, 2 de marzo de 2011

Primeramente ni tienes que pedir perdón ni lamentar el poder expresar pensamientos muy melancólicos.

La alegría y también la tristeza forman parte de nuestra existencia.
No valoraríamos tal vez esos oasis de alegría en un desierto de tristezas y decepciones.

Cuando el alma se descubre manifiesta lo que es, la variedad de sentimientos que anidan en ella.

Hemos de ser todos un poco poetas, y de ninguna manera avergonzarnos de nuestros sentimientos.

A mí a veces se me cruzan los cables y puedo por un tiempo estar resentido por algo o por alguien. No soy perfecto, y el manifestarlo ya no solo me hace descubrir mi imperfección, sino que me reta a rectificar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.