Es preciosa la soledad cuando despues de haberla sufrida (como en mi caso) le puedo expresar en versos, como algo superado, como una victoria, como una experiencia que puede edificar a los demás.
Cuando nos sentimos solos y podemos compartirlo con alguien ya no estamos tan solos.
Cuando nos duele algo en el cuerpo o en el alma y lo expresamos a alguien, ya no estamos solos.
Lo malo es no tener a nadie (no solo físicamente sino en confianza) para sincerar nuestras almas y apoyarnos en algún hombro.
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