miércoles, 2 de marzo de 2011

Porsupuesto una buena compañía, la familia, los amigos...es mucho mejor que estar solo.

Pero a veces necesitamos un poco de nuestro tiempo, de nuestro espacio, de nuestra pequeña y limitada independencia.   No podemos estar siempre acompañados.

También creo que es la manera de ser de cada uno.
Por ejemplo, mis hijas mayores cuando llegan a casa han de tener siempre encendida la tele o música (normalmente alta, y ya según a qué horas les tengo que llamar la atención), me da la impresión de que no pueden soportar el silencio, o el silencio más absoluto.  Te hablo de mis hijas, pero también he oido que ocurre en otras casas,   y llego a la conclusión de que no se quieren parar a pensar...siempre están rodeadas de sonidos.
A mí me encanta poder estar, que sé que es muy dificil, con el máximo silencio posible hasta tal punto que hasta en el oido parece como si se oyera el ruido de una caracola.

Pero como todo no es siempre, y supongo que ellas también buscarán su tiempo de soledad (aunque sea a su manera).

Y sobretodo depende mucho de la manera de ser de cada uno.

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