miércoles, 2 de marzo de 2011

Sobre el interés que podemos tener en las cosas de acuerdo a la necesidad, urgencia o apasionamiento.
Recuerdo que cuando tenía unos 20 años me interesé por una chica. Cuando supe que le gustaba la música de Serrat y leer a Unamuno, me interesé yo también por escuchar su música y leer sus gustos, para intentar congraciarme con ella y para coincidir y saber sobre sus gustos.  Hicimos una muy bonita amistad, pero no conseguí su conquistar su corazón.  De todos modos, aparte de la bonita experiencia y recuerdo, me queda haber conocido a un maestro de la literatura y a un gran cantautor.
La idea que quiero transmitir es que la necesidad crea el interés.
No te puedes imaginar con qué hambre leía libros de Unamuno. A través de él conocí a Soren Kierkegard, Herman Hesse (que tuve la oportunidad de visitar su casa adosada al monasterio de Maulbronn-no sé si está bien escrito, en una ocasión que visité a mi hermana y su familia) y otros.

¿Conoces la obra, cuento pequeño de Unamuno que se llama "San Manuel, bueno, martir"?. Me lo apunto y ya te comentaré sobre este relato tan interesante respecto a la fe. Muy emocionante.

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