miércoles, 2 de marzo de 2011

La verdad es que me pones en un compromiso, pero yo creo en lo que creo, y siempre estoy abierto y dispuesto a cambiar en el caso de que me viera errado.

Ciertos comportamientos de conducta sexual están censurados por la Biblia. El Antiguo Testamento es claro, y en el nuevo pacto también, míralo por tí misma: Capítulo primero de la epístola de Pablo a los Romanos.

Sobre el papel de las mujeres en las actividades que implican responsabilidad y autoridad espiritual, están ciertamente muy restringidas por el libro el cual me inspira total crédito, pues creo que es implícita y explícitamente inspirado por Dios.

Creo literalmente en la bíblica...claro está considerando cuando se trate un pasaje es una metéfora o una parábola.

Dios creo primeramente al hombre...tiene por tanto la primogenitura de orden.  Después creó a la mujer.     Ante Dios es igual el hombre como la mujer, pero al igual que no es lo mismo en derechos (que tampoco se trata de derechos, y la verdad es que es muy dificil de explicar, aunque lo intentaré)...no es lo mismo en derechos un primogénito que un segundo o tercer hermano, pues algo así sucede.  Tal vez en otro momento se me ocurriría otro ejemplo más elocuente.

Ahora bien, hay otra cuestión posterior.
Si bien el pecado entró en el universo por causa de la soberbia de Satanás, el pecado entró en la raza humana por causa de la desobediencia primeramente de Eva que incitó también a Adan.
Ambos son responsables y de manera diferente tienen que asumir sus consecuencias.
Aparte de ser expulsados del paraiso.
El hombre trabajará con el sudor de su frente.
La mujer parirá con dolor.
Y el hombre se enseñoreará sobre la mujer.
Esto último es delicado decirlo y más en los tiempos en los que vivimos.
Enseñorearse no significa maltratar a la mujer, pues el mandato fundamental del hombre a la mujer es amarla (y con eso está dicho todo), al igual que la mujer debe sujetarse en autoridad al hombre. Sea padre, sea marido.

Esta es la doctrina, la enseñanza bíblica.
Como queramos entenderla o aplicarla, eso ya va con cada uno.
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También creo literalmente en el infierno, pues Cristo habló de manera específica sobre el tema. ...pero deploro a aquellos que hablan del infierno señalando y juzgando con el dedo a los demás.......yo creo en el infierno, y porque creo solo sería coherente conmigo mismo si hablo del infierno con lágrimas en los ojos. Nunca tocaría este tema de manera frívola, rígida y condenatoria.
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Y quiero que quede claro, pues es mi sentir y la experiencia de mi propia vida.......que por encima de mis creencias, por encima de lo que piense o crea de la condición libre de cada uno....por encima de todo presupuesto intelectual y moral.....
Por encima de todo y en la práctica creo en el respeto a la persona, sea quien sea y sea como sea.
En esta línea quisiera mantenerme siempre.

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