miércoles, 2 de marzo de 2011

Todo problema físico, mental o espiritual,
debe ser analizado para después diagnosticarlo.
Pensar en qué factores o circunstancias nos llevan a un lugar u otro.

Creo que tenemos (en algún lugar, sea alma o espíritu) un vacío de Dios.
La presencia de Dios es nuestro complemento
pues para eso fuimos creados.

Si entiendes sedar por anestesiar,
creo que no es el procedimiento correcto en lo que respecta al alma,
pues es en cierto modo mirar a otra parte.

Hay medicinas muy efectivas, tales como la fe, la esperanza y el amor.

O la restauración en base a la confesión/reconocimiento y el perdón.

Todo problema debe enfrentarse y sanarse desde la raiz,
pues de no ser así luego y siempre brota.

La Biblia nos habla, en Santiago, de la raiz de amargura que incluso contamina a otros semejantes.

Si una muela está podrida hay que arrancarla,
y si un brazo esta cangrenado, si no hay otra alternativa, hay que cortarlo.

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